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PECADOS DE OFICINA

Evita ingresar a la lista negra de las infractoras al workplace dress code.

 ¿Te has preguntado por qué esa chica que se sienta a tu lado, cuyo coeficiente intelectual está por debajo del tuyo, acaba de ser ascendida y todo el mundo parece considerarla una superestrella? ¿Será amante del jefe? La verdad, no parece opción una muy probable, sobre todo porque él es gay. Entonces, ¿cómo le hace para llevar una trayectoria tan envidiable? Simple: ella viste mucho mejor que tú. ¿Eso es todo? Sí, así de fácil. ¿Frívolo y superficial? En lo absoluto. Recuerda que en el ámbito profesional no sólo hay que ser eficiente, también hay que parecerlo. A continuación, los siete pecados capitales que, en materia de moda, pueden convertir la oficina en tu infierno particular.

 

  1. FLIP FLOPS No importa si son Gucci o las compraste en Walmart, simple y sencillamente no puedes llevarlas a tu lugar de trabajo, a menos que seas instructora de natación. Si te presentas con unas sandalias pata de gallo (por llamarlas elegantemente), conocidas vil y llanamente como chanclas, ve guardando tus cosas en una caja y no olvides pasar a Recursos Humanos.

 

  1. PANTS Aunque esta temporada la tendencia sport viene con todo, se necesitaría desempeñarse como personal trainer para aparecer a las 9:00 a.m. en pants. Entiéndelo, por favor, el pasillo que va de tu escritorio al baño no es una pista de carreras, así que borra de tu mente la idea de que esta prenda es una posible opción para el llamado viernes casual.

 

  1. SHORTS / HOT PANTS ¿Acaso se te perdió el tubo? Seamos claros, sólo las teiboleras tienen el privilegio de contar los shorts y hot pants entre sus prendas laborales. Quedan estrictamente prohibidos los pantaloncillos cortos de mezclilla deshilachada (¿te crees la versión posmoderna de Daisy Duke en The Dukes of Hazzard?), así como su versión sadomasoquista en Lycra negra.

 

  1. TANK TOP Sí, son muy frescos y pueden subrayar tus encantos naturales o las bondades de la cirugía plástica. Sólo que hay un detallito: los tops de tirantitos son perfectos para la playa o un fin de semana en el que te apetezca lucir particularmente sexy, pero de ningún modo son el sustituto ideal de una blusa o camisa, ¿de acuerdo?

 

  1. MINIFALDA No es cuestión de moralina barata, sino de lógica aplastante. Una minifalda hará que todos tus compañeritos se pongan como burros en primavera, te convertirá en el blanco de las críticas de todas las solteronas de la oficina (quienes de buscona no te bajarán) y tus amigos gays te aplicarán la ley del hielo (con justificada razón). Allá tú si quieres arriesgarte a todo eso…

 

  1. PALIACATE A ver, ¿por dónde empezamos? No están de moda, no son favorecedores, no destacan tu sex appel y, por supuesto, no hay ningún jefe sobre la faz de la Tierra que pueda soportar ver a uno de sus empleados con una cosa de estas en la cabeza. Para acabar pronto: el único personaje a lo largo de la historia de México que ha podido usar paliacates responde al nombre de José María Morelos y Pavón. ¿Te llamas así?

 

  1. TOBIMEDIAS / MEDIAS COLOR “NATURAL” Lapidación, linchamiento, arder en leña verde o morir sumergida en un caldero de aceite hirviendo, ¿qué prefieres? No hay excusa, pretexto o motivo que justifique el empleo de tobimedias o medias color “natural”, entendiendo por ello una tonalidad que jamás ha existido ni existirá en la piel de ningún ser humano. Usarlas no sólo es un gesto demodé, es una afrenta al siglo XXI.

 

 

 

 

 

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